viernes, 11 de diciembre de 2015

SEÑORES CANDIDATOS: YO, ARQUITECTO, TENGO UNAS PREGUNTAS PARA USTEDES

Una inoportuna dolencia me ha obligado a guardar reposo durante dos semanas dándome tiempo más que suficiente para escuchar diversas intervenciones y debates de los candidatos a Presidente del Gobierno en las próximas elecciones del día 20 de Diciembre e informarme parcialmente de los contenidos de los programas electorales con que concurren a dichas elecciones. También me ha permitido recordar que sólo hace dos años, los arquitectos estábamos, por una vez, unidos  en defensa de nuestra profesión y de la Arquitectura, luchando denodadamente contra el anteproyecto la Ley de Servicios Profesionales: parecía que finalmente abandonábamos nuestras torres de marfil para, luego de entonar un mea culpa, ponernos al servicio de la sociedad contra esa nueva agresión. Y de repente, cruzando ambos pensamientos, me di cuenta de la realidad: la desaparición absoluta de dicha cuestión profesional de nuestra realidad cotidiana en el momento en que más debía debatirse tanto por parte de los políticos como por la nuestra. ¿En qué ha quedado todo esto?¿Cuál es la idea que llevan en este tema los diferentes partidos políticos?¿Qué están haciendo nuestras organizaciones profesionales para que los políticos definan qué pretenden hacer en la próxima legislatura en materia de arquitectura y servicios profesionales? No se sabe nada, no se oye nada, no se dice nada. Y aunque quizás en algún programa electoral se haga alguna referencia a ello, yo carezco de esa información, pero como no cesan de pedir mi voto por activa y por pasiva, me permito dirigirme a los candidatos y decirles

 CANDIDATOS: YO, ARQUITECTO,  TENGO UNAS PREGUNTAS PARA USTEDES





Ya sé que el tema de la Arquitectura y la organización de la profesión no es primordial para la mayor parte de los ciudadanos, que bastante tienen con lo que tienen. Pero para mí, y muchos arquitectos como yo, es lo que tenemos y por tanto es vital: pequeños despachos que, tras resistir la crisis, carecemos donde caernos muertos y que estamos deseando ver una pequeña luz en el horizonte profesional para autoconvencernos de que aun existe un futuro digno, aunque cómo sea éste, por nuestra edad, sea cada vez más evidente de vislumbrar.

A pesar de que la situación en la que se encuentra el país es, a mi juicio, muy delicada en lo económico, ético, social y territorial,  la conclusión que saco de todo el debate que he podido observar desde mi estado convaleciente es que parece preocupar más la pose de los políticos ante las cámaras, la escuela de interpretación de cada candidato o su forma de vestir jugando al dominó, que el análisis riguroso de la realidad y la descripción de las recetas con las que cada formación pretende sacar al país del atolladero en que se encuentra. ¡Parece que quieran ganar el premio Oscar al mejor actor...secundario! Les oyes hablar y, salvo honrosa excepción, sólo percibes un "y tú más", un "si me votas te bajaré el IRPF" o un "recuerda los logros conseguidos hace varias legislaturas". ¡Cantos de sirena y rancias promesas nuevas que, de conocidas, suenan a chiste malo! Yo quiero oír diagnósticos razonados y tratamientos pormenorizados para los problemas; un "voy a hacer esto y lo otro; y para ello, en tal plazo de tiempo, cambiaré eso y lo sustituiré por aquello y lo de más allá¡ ¡Y si no lo consigo, asumiré mi responsabilidad y me iré! ¡Ah, la responsabilidad: a un arquitecto se le puede meter una demanda por una fisura en un tabique, a la postre sin importancia; un político puede llevar un país a la ruina y una vez fuera de su puesto seguir cobrando una cantidad millonaria!

Por otra parte, el colectivo profesional de arquitectos, y sus organizaciones, parece haber olvidado todo lo que hemos sufrido en esta legislatura: la agudización de la crisis; el cierre de despachos; la emigración en búsqueda de trabajo; la explotación de los jóvenes, y no tan jóvenes, por parte de estudios de arquitectura y empresas sin escrúpulos; la caída de ingresos profesionales a niveles insoportables; los honorarios basura; la lucha con profesionales técnicos menos cualificados en nuevos nichos de trabajo a los que se les ha permitido acceder en nombre, no de la calidad sino de la santa competencia; la lucha contra el anteproyecto de ley de Servicios Profesionales; la crisis de los Colegios Profesionales. ¡Sí! Por alguna razón hemos olvidado todas las amenazas que se ciernen sobre la profesión, no sé si por un ilusorio leve repunte de la actividad en este último año o porque, en el fondo, lo que nos gusta es cocinar cupcakes de diseño "miesiano". ¿Acaso creemos que todos los problemas han desaparecido por arte de magia?¿Tan ilusos somos que pensamos que con lo hecho hasta ahora ya hay suficiente y que la clase política, las élites neoliberales económicas y otras profesiones acechantes han entrado en razón y van a dejar que todo siga como hasta la fecha?¡Pero si los más sensatos de los arquitectos  también piensan que como hasta ahora no se puede seguir! ¡Parece que no hayamos aprendido nada!

Por eso, y porque salvo en políticas de vivienda  y energía no he oído a ninguna organización política hablar de Arquitectura y arquitectos, quisiera lanzar al aire algunas preguntas dirigidas a todos los candidatos, dos, cuatro, nueve, o los que sean, cuyas respuestas deberían orientarme, como arquitecto, sobre quién merecería mi voto. Supongo que algunos candidatos desconocerán todo sobre nuestra profesión, que algunas respuestas podrían ser del tipo "la arquitectura es una gran profesión y los arquitectos muy arquitectos y mucho arquitectos" pero caso de que las diferentes cuestiones fueran respondidas, ayudarían a que todos nos situásemos mejor en el trance que el próximo día 20 hemos de resolver: las elecciones.

He ahí mis preguntas:

Señor candidato:

  1.  ¿Qué es para usted la Arquitectura?
  2. ¿Podría diferenciar entre Arquitectura y Construcción?
  3.  ¿Ha oído hablar la función social de la Arquitectura? ¿Cuál es?
  4. ¿Cuál es el papel del arquitecto en una sociedad avanzada del siglo XXI?  
  5.  ¿Cree que la arquitectura española y sus arquitectos influyen en la marca España?
  6. ¿Sabe cuántos arquitectos hay en España? ¿Son muchos o pocos?
  7. ¿Cuánto gana un arquitecto?¿Sabe cuántos arquitectos viven de su profesión en España?
  8. ¿Cree necesaria la existencia de una Ley de Servicios Profesionales? ¿En qué términos? 
  9. ¿Cuál debería ser la relación entre los agentes técnicos que intervienen en el mundo de la construcción y como debería regularse esa relación? 
  10. ¿Qué papel deben jugar los Colegios Profesionales en la sociedad actual?¿Tienen sentido?

Estas son algunas de las preguntas que se me ocurren. Podrían ser muchas más, pero prefiero que seas tú, amable lector, quien las formule, añadiéndolas en los comentarios a este escrito. ¿Te imaginas que alguno de los candidatos respondiera? 

3 comentarios:

  1. Hola Javier,
    Puedo suscribir cada una de tus palabras con las que me siento identificado, quizás sea porque compartimos edades parecidas, tipo de estudio, etc.....
    Yo añadiría otra pregunta: ¿Porque otros países europeos cuidan a sus profesionales y aquí la intención es reducirlos a su mínima expresión, sino anularlos?

    Aunque quizá los de la energías renovables se estén haciendo la misma pregunta. Igual hasta tenemos razones comunes.

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  2. A propósito de la LSP, me gustaría comentar unos puntos (probablemente me quedaré corto):
    - Es una medida de liberación de mercado propia de políticas neoliberales, desde mi punto de vista asociada a partidos como PP, Ciudadanos, PNV o CiU (Ahora CDC y Unió), UPN, UPyD etc, partidos que forman parte en el Parlamento Europeo de los grupos populares europeos (PP, Unió), grupo de liberales europeos ALDE (CDC, C's, UPyD, PNV), etc, que son los que suelen promover las políticas liberales que vienen de Europa. Lo digo porque muchas veces la excusa par aplicar ciertas políticas es "que lo manda Europa".
    - La LSP se dejó en el tintero en esta legislatura. Uno de los factores creo que fué nuestra presión y otro creo que fue que si lo hubiera llevado a cabo o aprobado un solo partido político en solitario y en mayoría absoluta, hubiera sido escandaloso.
    - No sé lo que ocurrirá en la próxima legislatura, pero no puedo evitar tener miedo de que en lugar de un solo partido liberal en mayoría absoluta, nos encontremos con gobierno de dos partidos liberales que juntos sumen una mayoría absoluta y que ya no tengan la excusa de que (la LSP) sea una propuesta llevada a cabo por un solo partido político.
    - Por último, quiero resaltar que es típico que en las filas de partidos políticos y más concretamente ocupando plazas de diputados (o ministros) se encuentre, aparte de licenciados en derecho o médicos, ingenieros de varias ramas (industrial, caminos, etc.) y lo raro es encontrar arquitectos. Es una lástima, ya que así se hace más complicado todavía defender a un colectivo.

    Un saludo.

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  3. Como arquitecto licenciado recientemente me encontré con dos escenarios. En el primero era estar en España con unos gastos fijos anuales de 4000€ para ser arquitecto en un marco en el que en papel, tenemos la exclusividad para diseñar viviendas pero que la práctica no es cierto porque muchos compañeros firman proyectos de otros profesionales y todos lo sabemos. El otro escenario era Reino Unido donde ser arquitecto me cuesta 400€ al año. Para qué quiero pagar 1600€ por una exclusividad que nisiquiera funciona!! ¿Es posible un escenario donde conservar las atribuciones y no pagar tantísimo por conseguir defenderlas? No lo sé. Por ahora en España tenéis lo peor de las dos cuestiones. (Nota: gastos incluyen cotizaciones, registros obligatorios -colegio-, seguros profesionales, etc)

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